"Un hito de la nueva agricultura" Editorial del Ing. Agr. Héctor Huergo en Clarín Rural del 5 de marzo de 2016
La creación de una empresa es siempre un acontecimiento saludable. Pero lo ocurrido el jueves, con el lanzamiento de Frontec en Bariloche, cobra dimensiones especiales. Por eso lo tomamos como el tema de la semana. Veamos.
La Argentina viene haciendo punta, a nivel global, en el desarrollo de una nueva agricultura, donde el denominador común es la búsqueda de eficiencia y reducción del impacto ambiental. Así se gestó la epopeya de la Segunda Revolución de las Pampas. En veinte años duplicamos la producción agrícola, en volumen, y la cuadruplicamos en valor.
La Argentina se hizo viable. Ni siquiera los esfuerzos de la era K (a veces explícitos después del 2008) por destruir al sector, la realidad impuso su impronta. Se dejó de crecer.
Pero igual, esta semana se pudo acordar el pago de la deuda con los acreedores “holdout”. Así como en su momento Néstor Kirchner canceló la deuda con el FMI en un solo pago de 12.000 millones de dólares, a fines de 2005, tan solo tres años después de la peor crisis de la historia. “Es la soja, estúpido”, hubiera dicho Bill Clinton.
"Valor agregado...en destino" Editorial de Héctor Huergo en Clarín Rural del 27 febrero de 2016
La visita del presidente francés Francois Hollande fue un paso decisivo en el regreso del país al mundo, que (nadie sabe bien por qué) nos sigue esperando. Un hecho tan auspicioso obliga a repasar la agenda de temas pendientes, algunos muy frescos, que afectan a la cadena agroindustrial.
La semana pasada, precisamente, hablamos de la paradoja del “valor agregado en origen”. Y mencionábamos el caso del aceite de girasol, un producto emblemático de la Argentina, que durante muchos años peleó los primeros lugares en el podio global. Y que ahora está severamente jaqueado. Vamos a profundizar un poco.
Desde siempre, la vieja Europa puso toda clase de trabas para el ingreso de aceite de girasol argentino. En los últimos años, encontraron una perlita y cerraron filas atrás de ella: la detección de vestigios de un insecticida, el diclorvós, en el aceite crudo argentino. Hace más de diez años, la UE bajó prácticamente a cero la tolerancia para esta molécula, muy eficaz para el control de insectos en post cosecha.
"Apuntes para una nueva etapa" editorial del Ing. Agr. Héctor Huergo en Clarín Rural del 13 de febrero de 2016
El aumento del corte de etanol del 10 al 12% es mucho más que una medida correcta y necesaria. Primero, por la forma en que fue anunciada: quiso hacerlo el propio presidente Mauricio Macri, en su primera incursión en el NOA. Lo hizo en un ingenio tucumano, que como sus colegas depende sustancialmente de un mayor mercado para el co-producto que se obtiene de la caña de azúcar.
Segundo, por el contenido del mensaje, subrayado con un resaltador color verde. El único argumento que esgrimió fue el compromiso asumido por la Argentina en la COP21, en la práctica su primer acto en la arena global, para combatir el cambio climático a través de la sustitución de energía fósil por renovable. Hizo mención expresa de la necesidad de reducir las emisiones de CO2, indicando que los biocombustibles van en esa dirección.
"Una nueva revolución verde" Editorial del Ing. Agr. Héctor Huergo del 9 enero 2016
Sopla viento fresco y hay que navegarlo. Después del interminable temporal, donde fue necesario achicar paño, se pueden izar de nuevo las velas a tope. Con cuidado, porque el huracán de proa resintió toda la estructura. Hay que estar preparados para escuchar los crujidos, reparar los daños y atender alguna emergencia, pero lo urgente es retomar el rumbo.
El peor efecto de la década perdida es haber interrumpido el ritmo de creación de ventajas competitivas, la epopeya que eclosionó hace un cuarto de siglo y colocó a la Argentina en la vanguardia mundial de la nueva tecnología agroindustrial.
La Segunda Revolución de las Pampas -como la bautizamos en estas páginas- fue mucho más que la duplicación de la cosecha. Significó un profundo cambio cuantitativo en el valor de la producción, porque cambiamos la canasta de productos. Conviene recordar que la soja, enorme protagonista de la saga, duplica el precio de los cereales tradicionales.
Entre 1995 y 2006, la producción de soja creció cinco veces: pasó de 10 a 50 millones de toneladas. Además, su precio se duplicó. De aquellos 2.000 millones de dólares de mediados de los 90, pasamos a 20.000. Después vino el “vamos por todo”, la sed de venganza, y las muletillas nefastas de “la mesa de los argentinos” y otras sandeces.
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"El valor agregado de la soja" Editorial del Ing. Agr. Héctor Huergo en Clarín Rural del 2 enero 2016
Sigamos con la saga del “Valor Agregado”. En la corta semana de Navidad, un grupo de empresas del complejo agroindustrial sojero liquidó 750 millones de dólares. La semana anterior, casi 500. Y esta última, se completaron los 2.000 millones comprometidos con el ministro Alfonso Prat Gay. El trauma de la salida del cepo se diluyó en pocas horas.
Sí, “es la soja, estúpido”, hubiera explicado Bill Clinton. Yo agrego: ¿entienden ahora dónde arranca el “valor agregado” del vilipendiado yuyo? Las soluciones macroeconómicas son viables cuando hay un trasfondo de competitividad. Y la competitividad no es simplemente el tipo de cambio. De hecho, el complejo soja pudo sobrevivir a un dólar efectivo que por mucho tiempo se mantuvo en la mitad del real.
Valor agregado es competitividad sistémica. El cluster sojero logró construirla. No es simplemente naturaleza, ni el maná que cayó sobre las pampas, ni mucho menos un yuyo.