"Cuatro Multinacionales del trader granario apuestan a modernizar las operaciones"
Cuatro multinacionales del trader granario apuestan a modernizar las operaciones
ADM, Bunge, Cargill y Dreyfus se volcarán al blockchain y a la inteligencia artificial para ser más eficientes.
Aprobaron la soja tolerante a sequía y ya podría venderse en la Argentina.Biotecnología. Es el primero de este tipo a nivel mundial. Lo anunció el Gobierno. Es un desarrollo argentino licenciado a la firma Bioceres, de Rosario.
La soja que tolera condiciones de estrés hídrico (por falta de agua) ya tiene bandera verde. El Gobierno Nacional anunció ayer que el gen HB4 aprobó las instancias regulatorias del Senasa y la Conabia (Comisión Nacional de Biotecnología), y ya puede comercializarse en el mercado argentino. Como en otros eventos biotecnológicos, el paso que queda es que lo aprueben las autoridades sanitarias de los países que van a importar estos “porotos”.
Es un enorme paso para la biotecnología argentina, que logra el primer evento de tolerancia a sequía aprobado a nivel global y que, así, ingresa en el selecto grupo de países que consiguieron eventos biotecnológicos en cultivos de interes agronómico, como Estados Unidos (más de 40), China (5), Brasil (1), Cuba (1) e Indonesia (1).
También se anunció que la variedad de papa resistente al virus PVY, una enfermedad que provoca graves pérdidas en el cultivo, consiguió la aprobación de los organismos sanitarios argentinos. La desarrolló un equipo de investigadores del Instituto de Ingeniería Genética y Biotecnología (INGEBI) del Conicet.
En cuanto a la investigación de la soja que se banca mejor la sequía, la llevó adelante el equipo de la Dra. Raquel Chan en la Universidad Nacional del Litoral (UNL), que tiene su base en la ciudad de Santa Fe. El punto de partida fue un gen del girasol, que al transferirse a una planta modelo aumentó su tolerancia a condiciones de estrés hídrico, el factor que más limita el rendimiento de los cultivos.
Luega de patentar este desarrollo, la UNL y el Conicet licenciaron la tecnología a Bioceres, una empresa de biotecnología con base en Rosario que surgió a partir de la asociación de productores agropecuarios de punta, que comenzó los ensayos en cultivos de interés agronómico.
En la fase final de este largo camino, que lleva más de diez años, Bioceres conformó una alianza con Arcadia Biosciences, una empresa de biotecnología de Estados Unidos, que se materializó en el "joint venture" Verdeca, para realizar seis temporadas de ensayos con el evento HB4 en lotes especiales de la Argentina y Estados Unidos, que confirmaron un aumento de rendimiento de hasta un 14% bajo distintas condiciones de estrés.
“Además de la aprobación del evento HB4 en Argentina, Verdeca ha completado la evaluación temprana de seguridad alimenticia (EFSE, por su sigla en inglés) para la proteína HAHB4 ante la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA, pos sus siglas en inglés). De esta proteína vegetal deriva la tecnología HB4 para la tolerancia a estrés”, informó Bioceres en un comunicado.
Hace unos meses, además, se anunció que Verdeca trabajará junto al gigante Dow Agrosciences para sumarle eventos apilados a la soja tolerante a sequía.
En Santa Fe, el desarrolló del gen HB4 fue el punto de partida para construir el Instituto de Agrobiotecnología del Litoral (IAL) (con una inversión que superó los $ 20 millones), que dirige la doctora Chan, y en el que ahora se investigan nuevas tecnologías para lograr cultivos que aguanten anegamientos y produzcan mayor biomasa.
"Trigo: de la tierra a la vida" por el Ing. Agr. Héctor Huergo en Clarín Rural del 8 Agosto 2015
En las suaves colinas de L’Auvergne, enmarcadas por dos cordones de sierras que remedan la belleza de Tandil y Sierra de la Ventana, crecen los trigos más famosos del mundo. Por rendimiento y calidad. Constituyen la base de la extraordinaria industria panadera de Francia, donde sigue viva la tradición de la baguette bajo el brazo, tan característica como el termo en la axila de un uruguayo y las colas en Angelina, en París, frente al Louvre, para comprar macarrones los sábados a la tarde. La “boulangerie” (panadería), la “patisserie” (pastelería) forman parte de la cultura gala.
La ciudad cabecera de L´Auvergne es Clermont-Ferrand. Muy cerquita de ella están los cuarteles generales de Limagrain, en la Argentina conocida como una compañía de semillas. En realidad, así nació y es hoy la cuarta del mundo en el rubro. Pero ahora, cuando celebra sus 50 años de vida, se ha convertido en una poderosa agroindustria integrada y diversificada, que factura más de mil millones de euros. El núcleo duro de su actividad es la cadena del trigo, donde concretaron el sueño de dominar todo el proceso: de la semilla a la góndola.
Durante tres días, recorrimos toda la operación del grupo Limagrain, que adoptó el lema “De la tierra a la vida”. En plena cosecha de trigo, pudimos ver la historia viva del cereal, recorriendo un plot en el que se exhibían desde sus ancestros como el spelta, hasta los cultivares que posicionaron a los trigos franceses como los más rendidores y de mayor calidad del planeta. Para los amantes del rinde, fue una sorpresa ver lotes comerciales que prometían rindes de 85 quintales, pero ¡con 15% de proteína! Genética y “muñeca”, porque ya no todo es cuestión de meter insumos “a gogó”.
Limagrain nació como una cooperativa y sigue siéndolo. Sus propietarios son los agricultores que le dieron origen. Pero se abrieron al mercado y la hicieron pública. Y en los últimos años han iniciado operaciones en todo el mundo, incluso en la Argentina (Chacabuco y Miramar). El foco principal está puesto en Brasil, donde además de la investigación en semillas, ya cuentan con una pastelería industrial que llega a la góndola con bizcochuelos y otras especialidades de alto valor agregado. Ven una gran oportunidad en el desarrollo triguero de Brasil, que hace años pugna por mejorar su producción y dejar de depender de otros orígenes. Los expertos de Limagrain saben que las ventajas comparativas de la Argentina son obvias, pero también tienen claro que la tecnología tiende a compensarlas.
Acaban también de cerrar la compra de una parte de una poderosa compañía canadiense, Canterra Seeds. Canadá es el segundo exportador mundial, detrás de Estados Unidos y por delante de Australia. Argentina, que estaba en el “top 5”, ya no juega en esta liga.
La base del negocio de Limagrain sigue siendo la genética. Al principio, el acento estaba puesto en la demanda de los “fermiers”. Pero hoy la mirada no se limita a las necesidades de siempre de los agricultores: rendimiento, rusticidad, consistencia. Han puesto el acento en la demanda de la panificación industrial, que no solo implica harinas especiales, sino ingredientes diferenciados. Y ahora producen una enorme gama de derivados del trigo, para cuya extracción y elaboración necesitaron contar con un molino propio, donde procesan 100.000 toneladas anuales y obtienen desde ingredientes especiales para la panificación hasta bases para bioplásticos. La interacción entre el laboratorio del molino y los genetistas es la clave del su posicionamiento.
La mejor demostración de la integración de la semilla a la góndola es que en el mismo predio donde se inicia la investigación básica, está también la fábrica de pan industrial, bajo la marca Jacquet Brossard, adquirida en 1995 y ya líder en Francia. Allí elaboran una amplia gama de productos, pero los que ocupan la mayor parte de sus 50.000 metros cuadrados (cinco manzanas cubiertas…) son el pan de hamburguesa y el pan cortado en rodajas del tipo del que se ve en las góndolas argentinas. La harina que requiere la panificación industrial es distinta a la del artesanal, y proviene mayormente de los trigos de alta proteína de Auvergne.
Las limitantes europeas a la investigación biotecnológica constituyen un desafío mayor. Pueden utilizar técnicas sofisticadas, como los haploides duplicados, pero está vedado todo lo que tienen que ver con transgénesis. Por eso, mientras esperan vientos mejores, están buscando y celebrando alianzas con empresas como la californiana Arcadia, donde ya tienen algunas fichas. Recordemos que Arcadia es una de las accionistas de Bioceres, la compañía argentina integrada por productores locales.
"Carne, eje de la demanda" por Jorge Castro en Clarín Rural del 06 de junio de 2015
El dato central del comercio internacional de granos es la pérdida de la autosuficiencia alimentaria china, que pasó de producir 100% de su demanda de alimentos en 1991, y ahora importa más de 60% de sus exigencias domésticas de soja y maíz.
El Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA) estima que las importaciones chinas de soja aumentarán 60% en 2023 (74 millones de toneladas en 2014/ 120 millones entonces). En 10 años, la República Popular asumiría 75% del comercio internacional de soja.
China importó 7 millones de toneladas de maíz en 2014, que serían 22 millones en 2023 (más de 60% del incremento del comercio internacional en 10 años). La economía china se ha desacelerado casi cuatro puntos en los últimos seis años: pasó de un alza del PBI de 10,3% en 2010 a 7,4% en 2014. Pero ahora el ingreso per cápita crece por encima del PBI nominal: 9,6% anual el año pasado.
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Farmers Resort to Bagging Grain to Cut Costs (fuente: AgWeb.com)
Elevators around the Corn Belt are using temporary and emergency storage to hold this year’s massive crop, but some farmers are trying to cut additional holding and drying costs by bagging their own grain.
Harvest may be over, but the work for Grant Noland isn’t.
“Our model is we try to keep majority of our grain on farm. It’s a risk on our side but it allows us to capture a higher price point at a later point of the year,” said Noland.
For the first time, the central Illinois farmers is storing his grain horizontally in bags, as a way to cut storage and drying costs at the elevator.
“Present point, we are pretty full close to being full of our storage. We put bags out as a means to get us through maybe twenty percent of our harvest,” said Noland.
He’s hoping to take advantage of a possible higher market down the road.
“It’s been nice to try to capitalize and taking those bushels and maximize on them,” said Noland.
He says others in the eastern Corn Belt are going that route, too, something Noland hasn’t seen much of in his area until now.
“At the local facilities, the ground piles, you see those every year with big yields. You don’t see it on the producer level,” said Noland.
Noland estimates he’s saving about 40 cents a bushel by storing in bags instead of a local elevator. The bag loader however is a big expense, ranging in price from $25,000 to $40,000.
“If you load constant grain to it, it will probably fill about 15,000 bu. an hour. It is just keeping grain coming at that pace,” said Noland.
It’s an expense he feels is worth it.
“The local facility levels commercial storage rates increased. Drying rates are not decreasing in costs. So for us, we had to make the decision for an alternative option,” said Noland.
Because he’s trying to capture the carry, his goal is not a long term storage solution, but long enough to do what the market tells him.
“Our plan is to at some point, between now and February, we’re going to have the opportunity to move grain. We will probably move upright storage to the market place and pick up our storage and put in the upright storage,” said Noland.
Noland thinks a new era of bagging may be beginning and hopefully his work is worth it.
“I think it’s something we will do on an annual basis,” said Noland.
Noland says the market gave him a chance to move some grain early because of the October rally. He says he dried all of the grain, so he’s not worried about it spoiling.